EL SALVADOR
FEMINICIDIOS YA NO PRESCRIBIRÁN EN EL SALVADOR Organizaciones feministas señalan que en 2022 fueron asesinadas 68 mujeres en el país El gobierno salvadoreño aprobó el pasado 21 de febrero una reforma al Código Procesal Penal y el artículo 58 - A de la Ley para una Vida Libre de Violencia (LEIV) para las Mujeres que anula la prescripción en los delitos de feminicidio y feminicidio agravado. “La acción penal no prescribe en el delito de feminicidio y femicidio agravado”, dice el nuevo artículo. De acuerdo con información de la Asamblea Legislativa (AL) en la Sesión Plenaria Ordinaria n° 96, la reforma fue aprobada con 76 votos de los 84 diputados, en su mayoría pertenecientes al oficialismo. |
Antes de la nueva normativa legal, en El Salvador, la prescripción para delitos graves como el feminicidio era de 10 años, sin embargo, crímenes como los de lesa humanidad continúan prescribiendo en este mismo periodo de tiempo.
"Aprobar y aplicar esta reforma garantiza a las víctimas y sus familiares el acceso a la justicia y la utilización de la justicia penal para el enjuiciamiento de los responsables de manera justa, imparcial, oportuna y rápida", señala el dictamen de la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género, que dio luz verde a la votación.
El informe añade que "es necesario que el Estado adopte medidas que permitan proteger a las mujeres de todo estrato social, sin distinción de edad, religión o creencia, de una conducta misógina en su contra".
"Se vuelve imperativo declarar la posibilidad que el ejercicio de la acción penal para este tipo de delitos no prescriban en razón del paso del tiempo", indica el decreto legislativo aprobado.
Se espera que los legisladores también reformen la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres para declarar también en esta norma que el feminicidio no prescribe en El Salvador.
"El feminicidio es la expresión más extrema e irreversible de la violencia contra las mujeres. Radicalmente opuesto a todos los derechos y garantías establecidos en las legislaciones internacionales y nacionales", señala la reforma que necesita únicamente 43 votos.
"Aprobar y aplicar esta reforma garantiza a las víctimas y sus familiares el acceso a la justicia y la utilización de la justicia penal para el enjuiciamiento de los responsables de manera justa, imparcial, oportuna y rápida", señala el dictamen de la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género, que dio luz verde a la votación.
El informe añade que "es necesario que el Estado adopte medidas que permitan proteger a las mujeres de todo estrato social, sin distinción de edad, religión o creencia, de una conducta misógina en su contra".
"Se vuelve imperativo declarar la posibilidad que el ejercicio de la acción penal para este tipo de delitos no prescriban en razón del paso del tiempo", indica el decreto legislativo aprobado.
Se espera que los legisladores también reformen la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres para declarar también en esta norma que el feminicidio no prescribe en El Salvador.
"El feminicidio es la expresión más extrema e irreversible de la violencia contra las mujeres. Radicalmente opuesto a todos los derechos y garantías establecidos en las legislaciones internacionales y nacionales", señala la reforma que necesita únicamente 43 votos.
De acuerdo con el artículo 45 de la citada ley de la república, el feminicidio, está penado con prisión de entre 20 a 35 años, así como aplica a quienes le causen la muerte a una mujer “mediando motivos de odio o menosprecio por su condición de mujer”.
Entre los motivos, se especifican incidentes de violencia, aprovechamiento de cualquier condición de riesgo o vulnerabilidad física o psíquica, valerse de la superioridad generada por relaciones desiguales de poder basadas en el género, delitos contra la libertad sexual y muerte precedida por mutilación.
Por su parte el feminicidio agravado, estipulado en el artículo 46 de la LEIV, es castigado con prisión de 30 a 50 años, y aplica en los siguientes casos: si fuere realizado por funcionario o empleado público o municipal, autoridad pública o agente de autoridad, cuando es realizado por dos o más personas, si se da frente a cualquier familiar de la víctima, cuando la víctima sea menor de dieciocho años de edad, adulta mayor o sufriere discapacidad física o mental y si el autor se prevaleciere de la superioridad originada por relaciones de confianza, amistad, doméstica, educativa o de trabajo.
Además, de acuerdo con el artículo 47 de la ley “Quien en el ejercicio de una función pública propiciare, promoviere o tolerare, la impunidad u obstaculizare la investigación, persecución y sanción de los delitos establecidos en esta ley, será sancionado con pena de prisión de dos a cuatro años e inhabilitación para la función pública que desempeña por el mismo plazo”.
Entre los motivos, se especifican incidentes de violencia, aprovechamiento de cualquier condición de riesgo o vulnerabilidad física o psíquica, valerse de la superioridad generada por relaciones desiguales de poder basadas en el género, delitos contra la libertad sexual y muerte precedida por mutilación.
Por su parte el feminicidio agravado, estipulado en el artículo 46 de la LEIV, es castigado con prisión de 30 a 50 años, y aplica en los siguientes casos: si fuere realizado por funcionario o empleado público o municipal, autoridad pública o agente de autoridad, cuando es realizado por dos o más personas, si se da frente a cualquier familiar de la víctima, cuando la víctima sea menor de dieciocho años de edad, adulta mayor o sufriere discapacidad física o mental y si el autor se prevaleciere de la superioridad originada por relaciones de confianza, amistad, doméstica, educativa o de trabajo.
Además, de acuerdo con el artículo 47 de la ley “Quien en el ejercicio de una función pública propiciare, promoviere o tolerare, la impunidad u obstaculizare la investigación, persecución y sanción de los delitos establecidos en esta ley, será sancionado con pena de prisión de dos a cuatro años e inhabilitación para la función pública que desempeña por el mismo plazo”.
Feminicidios en El Salvador La lista de feminicidios en el país centroamericano es larga y preocupante, señala la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) sobre todo porque los feminicidas están cerca de las mujeres coartando y limitando el derecho a denunciar. Según la organización, entre el 1 de enero y 9 de febrero de 2023, se registraron en total 7 muertes violentas y feminicidios en el país. |
De acuerdo con un estudio de Ormusa con datos obtenidos del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) y la Oficina Nacional de Estadística y Censos (ONEC), de enero a diciembre de 2022, se contabilizaron 68 casos de feminicidios, de los cuales 19 mujeres fueron asesinadas “a manos de sus parejas como resultado de la violencia en el ámbito de confianza o familiar”.
Por otra parte, si se compara con 2021, esta cifra representaría una caída del 46 %, con 35 casos menos en 2022.
La Fiscalía General de la República (FGR) contabilizó 132 feminicidios en 2021 y de estos, el 41 % fue con arma de fuego, el 23 % con arma blanca, el 18 % con objeto contundente y el resto correspondiente al 11% no está registrado.
Dentro de esta lista de feminicidios se encuentran dos niñas, una de 12 años y otra de ocho, también, adolescentes de 13 a 17 años.
El Observatoriop revela que en 2020 se cometieron 73 feminicidios, pero 32 de estos fueron cometidos en el período del confinamiento obligatorio.
Dignifican la mujer indígena
Con el objetivo de evidenciar la situación de violencia contra las mujeres indígenas Lenkas, Kakawiras y Nahua-Pipil, que ocurre en el ámbito familiar, comunitario e institucional, esta última causada por agentes/instituciones o representantes del Estado, el Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS), creó en 2022 el Observatorio Mujeres Indígenas El Salvador.
Dicha herramienta, también busca proponer políticas, estrategias, programas y proyectos dirigidos a la sensibilización y prevención de la violencia hacia las mujeres indígenas.
De acuerdo con la Encuesta de violencia contra las mujeres indígenas, desarrollada por el CCNIS en 2021 y publicada en el Observatorio, tres de cada 100 mujeres indígenas sufrieron violencia sexual y al menos 16 de cada 100 dijeron que una mujer de su familia ha sufrido este tipo de violencia.
“El contar con datos desagregados de cuál es la situación vulnerable en las que la mujer indígena Lenka kakawira y Nahua Pipil se encuentra ha sido una experiencia muy buena que va a ayudar a los pueblos indígenas a incidir con datos en la mano y también al Estado salvadoreño como un llamado de atención para que pueda generar políticas y programas para erradicar la violencia en la población indígena y particularmente en las mujeres y las niñas”, afirmó la vocera del CCNIS, Betty Eliza Pérez.
Asimismo, mencionó que en algunos departamentos salvadoreños el porcentaje de niñas embarazadas es alto, situación que se tiene registrada con números y fotografías “en donde niñas de 16 y 17 años ya vienen con dos o tres niños en sus brazos. Esas situaciones tan vulnerables con las que queremos que se conozcan para ir cerrando esa brecha de desigualdades”, afirmó.
Por su parte, Miriam Bandes, representante de ONU Mujeres en El Salvador, indicó que el Observatorio también visibiliza, pone un valor a la cultura indígena, así como identifica tradiciones y cosmovisión.
“El observatorio va a permitir que cada vez que tengamos espacio de diálogo político podamos poner sobre la mesa información que no hemos tenido hasta ahora sobre la población indígena”, añadió.
El observatorio también recoge testimonios sobre violencia intrafamiliar, feminicida, económica, espiritual, psicológica, física, patrimonial, simbólica, ambiental y estructural.
“Creo que hasta que no cambiemos esa cultura patriarcal que viene de generación en generación y es hereditaria no vamos a poder visibilizar cambios. Tiene que ser un cambio generacional e institucional. Donde nos vean como iguales y no como inferiores”, concluyó la vocera de ONU Mujeres.
Por otra parte, si se compara con 2021, esta cifra representaría una caída del 46 %, con 35 casos menos en 2022.
La Fiscalía General de la República (FGR) contabilizó 132 feminicidios en 2021 y de estos, el 41 % fue con arma de fuego, el 23 % con arma blanca, el 18 % con objeto contundente y el resto correspondiente al 11% no está registrado.
Dentro de esta lista de feminicidios se encuentran dos niñas, una de 12 años y otra de ocho, también, adolescentes de 13 a 17 años.
El Observatoriop revela que en 2020 se cometieron 73 feminicidios, pero 32 de estos fueron cometidos en el período del confinamiento obligatorio.
Dignifican la mujer indígena
Con el objetivo de evidenciar la situación de violencia contra las mujeres indígenas Lenkas, Kakawiras y Nahua-Pipil, que ocurre en el ámbito familiar, comunitario e institucional, esta última causada por agentes/instituciones o representantes del Estado, el Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS), creó en 2022 el Observatorio Mujeres Indígenas El Salvador.
Dicha herramienta, también busca proponer políticas, estrategias, programas y proyectos dirigidos a la sensibilización y prevención de la violencia hacia las mujeres indígenas.
De acuerdo con la Encuesta de violencia contra las mujeres indígenas, desarrollada por el CCNIS en 2021 y publicada en el Observatorio, tres de cada 100 mujeres indígenas sufrieron violencia sexual y al menos 16 de cada 100 dijeron que una mujer de su familia ha sufrido este tipo de violencia.
“El contar con datos desagregados de cuál es la situación vulnerable en las que la mujer indígena Lenka kakawira y Nahua Pipil se encuentra ha sido una experiencia muy buena que va a ayudar a los pueblos indígenas a incidir con datos en la mano y también al Estado salvadoreño como un llamado de atención para que pueda generar políticas y programas para erradicar la violencia en la población indígena y particularmente en las mujeres y las niñas”, afirmó la vocera del CCNIS, Betty Eliza Pérez.
Asimismo, mencionó que en algunos departamentos salvadoreños el porcentaje de niñas embarazadas es alto, situación que se tiene registrada con números y fotografías “en donde niñas de 16 y 17 años ya vienen con dos o tres niños en sus brazos. Esas situaciones tan vulnerables con las que queremos que se conozcan para ir cerrando esa brecha de desigualdades”, afirmó.
Por su parte, Miriam Bandes, representante de ONU Mujeres en El Salvador, indicó que el Observatorio también visibiliza, pone un valor a la cultura indígena, así como identifica tradiciones y cosmovisión.
“El observatorio va a permitir que cada vez que tengamos espacio de diálogo político podamos poner sobre la mesa información que no hemos tenido hasta ahora sobre la población indígena”, añadió.
El observatorio también recoge testimonios sobre violencia intrafamiliar, feminicida, económica, espiritual, psicológica, física, patrimonial, simbólica, ambiental y estructural.
“Creo que hasta que no cambiemos esa cultura patriarcal que viene de generación en generación y es hereditaria no vamos a poder visibilizar cambios. Tiene que ser un cambio generacional e institucional. Donde nos vean como iguales y no como inferiores”, concluyó la vocera de ONU Mujeres.