guatemala - parte 3
«Las redes sociales se convirtieron un obituario», durante la pandemia hasta las tradiciones para decir adiós tuvieron que cambiar en GuatemalaLa pandemia por le Covid trajo al mundo cambios sustanciales en la forma de hacer las cosas que se consideraban más sencillas y banales en el día a día. Llegar o salir de casa, ir a visitar a amigos o salir al mercado, todo cambió. Las tradiciones en Guatemala no fueron una excepción.
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Por: Diana Fuentes
Dentro de las tradiciones en Guatemala, al igual que México y los países de Centroamérica, existe un día para celebrar a los difuntos.
El primero de noviembre se realizan altares con los rostros de los que han fallecido, y a su alrededor la familias comparten alimentos, bebidas y música.
La tradición de Guatemala es hacer barriletes gigantes (que son lo que se llamaría en algunos países cometas, solo que con diseños especiales) y se vuelan ese día en el cementerio para honrar a los muertos.
El primero de noviembre se realizan altares con los rostros de los que han fallecido, y a su alrededor la familias comparten alimentos, bebidas y música.
La tradición de Guatemala es hacer barriletes gigantes (que son lo que se llamaría en algunos países cometas, solo que con diseños especiales) y se vuelan ese día en el cementerio para honrar a los muertos.
El día de los muertos en Guatemala las familias elevan barriletes para recordar a sus familiares.
Fotos: Canva.
Fotos: Canva.
Durante la pandemia, las familias guatemaltecas vivieron caos interno a causa de no poderle dan una sepultura tradicional a sus seres queridos fallecidos, las tradiciones en Guatemala debieron cambiar.
Así mismo, la pandemia cambió totalmente la forma de relacionarse y se dieron filtros sociales en los que resurgieron la valentía, creatividad y resiliencia para poder continuar con las típicas tradiciones en Guatemala.
Uno de los gremios más afectados fueron el de los médicos y enfermeras que vivieron discriminación y precariedad para desarrollar su trabajo con éxito, pero eso no fue impedimento para que algunos dieran su última batalla contra el Covid – 19, manteniendo la ética y altruismo durante la pandemia.
Así mismo, la pandemia cambió totalmente la forma de relacionarse y se dieron filtros sociales en los que resurgieron la valentía, creatividad y resiliencia para poder continuar con las típicas tradiciones en Guatemala.
Uno de los gremios más afectados fueron el de los médicos y enfermeras que vivieron discriminación y precariedad para desarrollar su trabajo con éxito, pero eso no fue impedimento para que algunos dieran su última batalla contra el Covid – 19, manteniendo la ética y altruismo durante la pandemia.
Enterrar a sus muertos
Las costumbres y tradiciones en Guatemala respecto a la muerte son fuertes, existe una serie de rituales donde acompañan al difunto en su viaje a la eternidad. Esto ayuda a que los familiares sobrelleven el duelo acompañados de la familia y comunidad además el difunto es tratado con dignidad dentro de cada familia hasta su último suspiro.
Con el inicio de la pandemia estas costumbres fueron fuertemente interrumpidas llevando el caos a lo interno de cada hogar. Todo era rápido y no existió dignidad para sepultar a sus familiares causándoles traumas irreparables.
Rituales de despedida
Santa Clara la Laguna se encuentra en la región sur-occidente del departamento de Sololá, de la república de Guatemala, cuenta con una población aproximada de 10,340 habitantes, para el año 2021, según el Censo de Población del año 2018.
Santa Clara la Laguna es muy pequeño, la mayoría de población es indígena y su idioma materno es el K’ich’e.
Mantienen fuertemente su cultura y tienen rituales para enterrar a sus muertos.
Los bañan, les ponen la mejor ropa, sobre todo la que el difunto deseaba.
Despiden a su familiar durante nueve días y velan durante una noche y un día con el cuerpo presente dentro de su casa o funeraria donde acuden todos los familiares, amigos y vecinos a dar el pésame.
Durante este transcurso de tiempo se comparte comida y bebida con los asistentes; también, se comparten recuerdos y se llora la pérdida del ser querido. Esta es una de las tradiciones en Guatemala más comunes.
Las costumbres y tradiciones en Guatemala respecto a la muerte son fuertes, existe una serie de rituales donde acompañan al difunto en su viaje a la eternidad. Esto ayuda a que los familiares sobrelleven el duelo acompañados de la familia y comunidad además el difunto es tratado con dignidad dentro de cada familia hasta su último suspiro.
Con el inicio de la pandemia estas costumbres fueron fuertemente interrumpidas llevando el caos a lo interno de cada hogar. Todo era rápido y no existió dignidad para sepultar a sus familiares causándoles traumas irreparables.
Rituales de despedida
Santa Clara la Laguna se encuentra en la región sur-occidente del departamento de Sololá, de la república de Guatemala, cuenta con una población aproximada de 10,340 habitantes, para el año 2021, según el Censo de Población del año 2018.
Santa Clara la Laguna es muy pequeño, la mayoría de población es indígena y su idioma materno es el K’ich’e.
Mantienen fuertemente su cultura y tienen rituales para enterrar a sus muertos.
Los bañan, les ponen la mejor ropa, sobre todo la que el difunto deseaba.
Despiden a su familiar durante nueve días y velan durante una noche y un día con el cuerpo presente dentro de su casa o funeraria donde acuden todos los familiares, amigos y vecinos a dar el pésame.
Durante este transcurso de tiempo se comparte comida y bebida con los asistentes; también, se comparten recuerdos y se llora la pérdida del ser querido. Esta es una de las tradiciones en Guatemala más comunes.
Una pandemia que interrumpió las tradiciones
Pero durante la pandemia en toda Guatemala y en Santa Clara La Laguna, muchas tradiciones en Guatemala debieron cambiar.
Dos jóvenes, Ingrid Ixcamparic y Juana Ajsoc, nos cuentan cómo les tocó enterrar a su tía Maria Chiyal de una manera alejada a lo tradicional y poco digna para ellos.
Dos jóvenes, Ingrid Ixcamparic y Juana Ajsoc, nos cuentan cómo les tocó enterrar a su tía Maria Chiyal de una manera alejada a lo tradicional y poco digna para ellos.
“Solo le quitaron la bata y la envolvieron en bolsas, fumigaron y en cuestión de dos horas que estuvo frente a la casa y se la llevaron al cementerio general”, narran los jóvenes.
“Nosotros solo pudimos ver una transmisión que se hizo en Facebook y directamente a su panteón”, cuentan los jóvenes.
Ingrid narra que después de la muerte de su tía se desencadenó en el resto de sus familiares una crisis, “luego de eso mi tío se puso muy grave, ya no por el Covid- 19, sino por la tristeza y la mala noticia, mis otros primos que estaban recuperándose también estaban muy mal”.
El impacto emocional de un duelo
Las emociones juegan un papel importante en la salud del ser humano y poder gestionarlas es uno de los mayores retos que cada individuo debe enfrentar.
La psicóloga Linda Rivera explica: “El impacto emocional por no guardar el duelo al que culturalmente estaban acostumbrados, si no se canaliza y vive el duelo se generan emociones reprimidas y que incluso desencadenan enfermedades gravísimas del sistema digestivo, endocrinología y nervioso”.
Las redes sociales se convirtieron en un obituario
Las redes sociales fue el espacio donde miles de guatemaltecos expresaban su dolor a distancia con sus familiares y amigos daban sus condolencias y colgaban fotos de sus difuntos cada día.
Las emociones juegan un papel importante en la salud del ser humano y poder gestionarlas es uno de los mayores retos que cada individuo debe enfrentar.
La psicóloga Linda Rivera explica: “El impacto emocional por no guardar el duelo al que culturalmente estaban acostumbrados, si no se canaliza y vive el duelo se generan emociones reprimidas y que incluso desencadenan enfermedades gravísimas del sistema digestivo, endocrinología y nervioso”.
Las redes sociales se convirtieron en un obituario
Las redes sociales fue el espacio donde miles de guatemaltecos expresaban su dolor a distancia con sus familiares y amigos daban sus condolencias y colgaban fotos de sus difuntos cada día.
“Muchas personas solo vimos por el Facebook como los enterraban, un año después fuimos a visitar a sus panteones y lloramos todo lo que pasó y estamos esperando que pase y termine todo. Esto nos afectó mucho económicamente, moralmente” comenta Ingrid Ixcamparic.
Las población no se recuperan de la pérdida e imaginan que su familiar sigue en el hospital y que tal vez llegarán a su hogar pronto, es algo que aún cuentan las familias guatemaltecas.
“Estados de ánimo bajos y prolongarse los niveles de tristeza distimia depresiones menores y mayores, generando efectos en la salud, reduciendo el buen funcionamiento sistema inmunológico y estar propenso a cualquier enfermedad generada por virus y bacterias”, nos dice Linda Rivera, Psicóloga.
“Estados de ánimo bajos y prolongarse los niveles de tristeza distimia depresiones menores y mayores, generando efectos en la salud, reduciendo el buen funcionamiento sistema inmunológico y estar propenso a cualquier enfermedad generada por virus y bacterias”, nos dice Linda Rivera, Psicóloga.
La batalla contra el virus, desde la trinchera
Varios profesionales de la salud entregaron su vida y tiempo completo a contener la crisis del Covid – 19, por su experiencia y los años de trabajo sabían actuar con certeza para lo que se venía.
Alicia Pérez Gálvez, de 68 años era Licenciada en enfermería, trabajó 35 años en el área de salud comunitaria, durante la pandemia era jefe de área de salud del Departamento de Quetzaltenango, este 2022 recientemente se jubiló.
Alicia Pérez Gálvez, de 68 años era Licenciada en enfermería, trabajó 35 años en el área de salud comunitaria, durante la pandemia era jefe de área de salud del Departamento de Quetzaltenango, este 2022 recientemente se jubiló.
“En esa época tuvimos mucho temor y los medios de comunicación atribuyeron a crear ese terror, no se conocía la enfermedad, era algo desconocido para todos, empezamos a buscar información y a conocer aspectos epidemiológicos para entender sobre el virus”, comenta Alicia.
“Vivimos una crisis emocional y carencia, porque no estábamos preparados ni el Gobierno estaba preparado, ni los trabajadores de salud en esa época tampoco la población, nosotros con los pocos recursos que contábamos empezamos hacer promoción, nos íbamos a cada comunidad a hablarle tanto al personal y comunidad de que debían hacer para prevenir esta enfermedad y tratamos al máximo de cumplir con nuestro deber ” resaltó Alicia Pérez Gálvez.
Los trabajadores de la salud en la pandemia
En esta época muchos salubristas fallecieron, otros renunciaron porque el estrés era muy alto, la forma como habían trabajado toda su vida no se comparaba a lo que estaban asumiendo, las
En el caso de Alicia, dentro del núcleo familiar le recomendaban que renunciara, algo que ella jamás lo vio como una opción, su lema durante este tiempo fue “Este es el momento de trabajar al máximo y demostrar la experiencia de años porque es mi deber”.
Así lo hizo, pues durante el 2020 y 2021, jamás se rindió o dejo a su equipo, al contrario su convicción era feroz, para ella fue vital permanecer como bloque para enfrentar la crisis.
El sistema de salud en Quetzaltenango
En Quetzaltenango hay aproximadamente un millón de habitantes, durante el primer año las instancias de salud solo podían generar condiciones de prevención para poder contener la pandemia aunque se encontraban con graves dificultades.
Alicia cuenta que “a los salubristas nos sacaban a veces con piedras, nos regañaban, insultaban y nos decían que nosotros llevábamos la enfermedad en nuestro cuerpo y que a transmitirles la enfermedad íbamos, sufrimos todos esos vejámenes de parte de la población”
En esta época muchos salubristas fallecieron, otros renunciaron porque el estrés era muy alto, la forma como habían trabajado toda su vida no se comparaba a lo que estaban asumiendo, las
En el caso de Alicia, dentro del núcleo familiar le recomendaban que renunciara, algo que ella jamás lo vio como una opción, su lema durante este tiempo fue “Este es el momento de trabajar al máximo y demostrar la experiencia de años porque es mi deber”.
Así lo hizo, pues durante el 2020 y 2021, jamás se rindió o dejo a su equipo, al contrario su convicción era feroz, para ella fue vital permanecer como bloque para enfrentar la crisis.
El sistema de salud en Quetzaltenango
En Quetzaltenango hay aproximadamente un millón de habitantes, durante el primer año las instancias de salud solo podían generar condiciones de prevención para poder contener la pandemia aunque se encontraban con graves dificultades.
Alicia cuenta que “a los salubristas nos sacaban a veces con piedras, nos regañaban, insultaban y nos decían que nosotros llevábamos la enfermedad en nuestro cuerpo y que a transmitirles la enfermedad íbamos, sufrimos todos esos vejámenes de parte de la población”
«La población no quería saber absolutamente nada del personal de salud, cuando nos recordábamos todas las compañeras de lo que habíamos sufrido durante esa época de mucho temor, angustia, estrés y los servicios de salud no teníamos la capacidad de atender una enfermedad de esa índole» finalizó Alicia Pérez.
A pesar de la discriminación y ataques atroces que sufrió el personal de salud, los profesionales comprometido como Alicia buscaban las alternativas para poder atender y cuidar a la ciudadanía del Covid -19.
En poblaciones tan alejadas y sin recursos sabían que el virus sería mucho más letal.
Jamás se rindieron e implementaron diversas estrategias para llegar a cada rincón de Quetzaltenango, el segundo departamento más grande de Guatemala.
Misión imposible
Los obstáculos para trabajar en las comunidades más alejadas de Guatemala se volvían en una misión imposible nos dice Alicia Pérez “pero siempre con carestías porque cada vez había más necesidades, porque cada puesto de salud necesitaba de una computadora o internet, y por allá en los puestos de salud más remotos del país no contaban con ese tipo de equipo incluso en muchas comunidades no hay energía eléctrica”
Y para conservar la vacuna se debía tener energía eléctrica era uno de los requisitos importantes sin embargo no había y tampoco teníamos vacunas solo medidas preventivas, resaltó Alicia Pérez.
El equipo necesario para enfrentar la crisis llegó lentamente a Quetzaltenango.
Alicia Gálvez dice “como enfermera jefe empezamos hacer reuniones virtuales con todos los servicios de salud, empezaron a dotarse de mayor equipo de cómputo e internet para crear esas redes de comunicación y luego llego equipo para la conservación de la vacuna 60 congeladores, 150 refrigeradores, 4 refrigeradoras solares”.
Las labores de los trabajadores médicos
Al llegar la vacuna en el 2021 recibieron 600 dosis para cubrir a una población de 1 millón de personas. Se capacitó a 800 auxiliares de enfermería y se contrató a 300 enfermeras y a más personal auxiliar, también digitadores que manejaran el equipo de computación y capacitarlos respecto a la enfermedad.
El objetivo fue que todos mantuvieran el mismo criterio para prevenir esta enfermedad, se reunían con todo el personal para planificar las acciones y fue año de capacitación sobre todo al nuevo personal.
El afán por erradicar el virus
Juana, que trabaja siendo bombera, narra que durante la pandemia se tomaron medidas drásticas con tal de erradicar el virus, muchas de ellas debían ser lideradas por los cuerpos de socorro.
Por ejemplo, las pertenencias de las personas contagiadas debían ser quemadas, «muchas tenían bastante ropa y tocaba que agarrar y meterlos en bolsas y quemarlo porque ya no servía, como el paciente tuvo contacto con sus cosas y todo lo que estaba en las habitaciones era inservible y se tenía que quemar inmediatamente todo eso y afectó mucho esto de la pandemia», cuenta Juana.
Los tejidos de esperanza para subsistir creando
El confinamiento estuvo plagado de mucha tristeza, pero en medio de ella se resalta la creatividad que tuvieron las mujeres de Santa Clara la laguna, Sololá, las cuales se aferraron a tradiciones en Guatemala para poder salir adelante.
El bordado ha sido en Guatemala desde siempre una tradición que pasa de generación en generación.
Foto: Diana Fuentes.
Foto: Diana Fuentes.
Algunas de ellas encontraron en el bordado una forma de llevar dinero a sus hogares. Esta tradición de Guatemala, además de ser una fuente de ingreso, era una ayuda para distraer su mente y clamar la desesperación que se vivía por la situación de la comunidad.
Juana Ajsoc, quien es Bombera, nos dice: “en la pandemia ya no hallaban que hacer las amas de casa se deprimían demasiado. Ahora ya nos acostumbramos a estar encerrados y salgo solo si es necesario, en la pandemia yo subsistía haciendo estos bordados típicos que le llaman crucetas”.
Juana Ajsoc, quien es Bombera, nos dice: “en la pandemia ya no hallaban que hacer las amas de casa se deprimían demasiado. Ahora ya nos acostumbramos a estar encerrados y salgo solo si es necesario, en la pandemia yo subsistía haciendo estos bordados típicos que le llaman crucetas”.
La creación de nuevos atuendos marcados con los colores y sentires durante el confinamiento significan un proceso importante para mejorar la economía de cada hogar en Santa Clara “muchas mujeres después de la pandemia sacaron sus atuendos bien bonitos porque ellas las cortaron”, cuenta Juana Ajsoc.
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Foto: Diana Fuentes.
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Lea también: Una radiografía del Covid en Ecuador.
Afrontar el duelo y la angustia durante la pandemia
Durante los meses de encierro y múltiples contagios, las emociones de los guatemaltecos eran una montaña rusa que no tenía control.
Cada persona, dentro de su individualidad, buscaba distintas alternativas para ser resilientes frente a las adversidades.
Afrontar el duelo y la angustia durante la pandemia
Durante los meses de encierro y múltiples contagios, las emociones de los guatemaltecos eran una montaña rusa que no tenía control.
Cada persona, dentro de su individualidad, buscaba distintas alternativas para ser resilientes frente a las adversidades.
La psicóloga experta Linda Rivera nos dice:
“Alguna población utilizó mecanismos de afrontamiento a una realidad adversa, incredulidad y disminución de la gravedad de la pandemia lo que a su percepción contribuye a enfrentar mejor y normalizar sus actividades lo antes posible, exponiéndose de alguna manera al virus pero que a nivel personal por su percepción de negación se adaptaron mucho más rápido a las circunstancias y se acoplaron a las exigencias de la sociedad”.
En la actualidad este pensamiento se mantuvo en muchos ciudadanos, y de esta forma lograron sobrellevar y construir en colectivo estrategias para afrontar estos momentos difíciles
¿En Guatemala, estamos preparados para otra pandemia?
“No estamos preparados para otra pandemia debemos crear mayores servicios de salud con mayor complejidad, personal más capacitado con un equipo de mayor resolución y la buena intención de los trabajadores , porque yo creo que cuando a una le gusta el trabajo con los pocos recursos que uno cuenta se pueden hacer maravillas en los servicios” nos dice Alicia Pérez salubrista jubilada.
Las educación superior y todos los niveles deben ser excelentes pero si el sistema expulsa profesionales de mala calidad no habrá personal idóneo en los hospitales, escuelas y cualquier área profesional, el reto del estado es grande pero existe la alegría y compromiso que caracteriza a muchos guatemaltecos para sacar adelante a su país. Se debe seguir trabajando interinstitucionalmente para crear un avance fuerte y la población tenga una mejor atención y calidad de vida.
La ciudadanía debe tener cambios sustanciales en su vida y así mejorar su calidad de vida, es importante que las autoridades tengan mucho más énfasis en programas comunitarios para ir poco a poco enseñando a la población y darle más educación a nivel nacional, solo así se logra un verdadero cambio social exitoso.
La esperanza y resiliencia de cada guatemalteco fue increíble siendo un país en constante cambio y permanentemente en conflicto social promovió a que su resistencia durante la pandemia fuera exitosa aunque vivieran lo peor cada dia, en algunos momentos parecía imposible que la crisis terminará, los cambios radicales en todo aspecto de la vida, algunos se sienten orgullosos de lo que hicieron otros simplemente sienten que era lo de debian hacer pero lo que sí saben es que si llega otra pandemia saben cómo actuar.
La ciudadanía debe tener cambios sustanciales en su vida y así mejorar su calidad de vida, es importante que las autoridades tengan mucho más énfasis en programas comunitarios para ir poco a poco enseñando a la población y darle más educación a nivel nacional, solo así se logra un verdadero cambio social exitoso.
La esperanza y resiliencia de cada guatemalteco fue increíble siendo un país en constante cambio y permanentemente en conflicto social promovió a que su resistencia durante la pandemia fuera exitosa aunque vivieran lo peor cada dia, en algunos momentos parecía imposible que la crisis terminará, los cambios radicales en todo aspecto de la vida, algunos se sienten orgullosos de lo que hicieron otros simplemente sienten que era lo de debian hacer pero lo que sí saben es que si llega otra pandemia saben cómo actuar.