COLOMBIA
UNA CÁRCEL EN MEDIO DE UN PARAISO NATURAL
En medio de las aguas del Pacífico sur colombiano, se encuentra la que fuera la isla-prisión más segura de Colombia y que en febrero de este 2025 cumplió 65 años de su inauguración, la cual albergó a los reclusos más peligrosos de esa época, en su mayoría homicidas y violadores. Hoy es el Parque Nacional Natural Gorgona que alberga una variedad de especies de flora, peces, aves y mamíferos.
Por Juan Carlos Díaz (x)
Especial para HUMANOS
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Luego de recorrer por más de una hora en medio de las fuertes corrientes marinas del Pacífico sur colombiano, en la lancha “Magda Isabel II” desde el municipio de Timbiquí, en el departamento del Cauca, llegué a Gorgona, que en otrora fuera la isla-prisión más segura de Colombia.
Con cerca de 70.500 hectáreas, de las cuales el 70 por ciento es marino y solo el 3 por ciento es terrestre, Gorgona, que junto a Malpelo son las únicas islas de Colombia en el océano Pacífico, fue descubierta por Diego de Almagro y con segundo al mando del español Francisco Pizarro, en el año de 1526, es decir hace 499 años.
Esta isla, que comprende a Gorgona y Gorgonilla, la rodea una fascinante historia por haber sido una de las prisiones de alta seguridad más temidas en el mundo en ese entonces y que su diseño, al parecer, se hizo siguiendo el modelo de los campos de concentración nazis.
La isla-prisión, que albergó no solo los más peligroso asesinos y violadores de esa época, sino a presos políticos de la violencia bipartidista entre liberales y conservadores, hoy en día es un sitio de turismo y un verdadero paraíso biodiverso de Colombia y el planeta.
Estando como presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo (que fue presidente en dos ocasiones 1945-1946 y 1958-1962), tuvo la idea de construir una cárcel de máxima seguridad para recluir a los presos más peligrosos del país y que tuvieran una condena superior a los 12 años.
Fue así como en 1959 empezó la construcción del penal para albergar 1.050 presos. En febrero de 1960 se inauguró con la llegada de los primeros reclusos (es decir hoy febrero de 2025, hace 65 años).
Gorgona, que comprende ocho y medio kilómetros de largo, por dos y medio de ancho, en la época que fue cárcel, recibía a los presos con un letrero en la entrada que rezaba: “Bienvenidos al puerto de sal si puedes”. Al ingresar no volvieron a ser llamados por sus nombres, sino por números.
Para recorrer y conocer la historia de uno de los bloques que aún sigue en pie, de lo que fue la isla-prisión Gorgona, que presenta un desolador panorama de raíces gigantes y enredaderas que trepan por los muros devorados por la selva y la humedad y un silencio escalofriante, contamos con la guía de Teófilo Solís Sinisterra, funcionario del Parque Nacional Natural Gorgona.
Gorgona, que cuenta con un cerro de nombre Trinidad, con 338 metros sobre el nivel del mar, una temperatura promedio de 27 grados centígrados, una humedad relativa de 90 por ciento y en donde llueve los ocho meses del año, en la época de isla-prisión, los reclusos eran recibidos en el muelle, que medía unos 150 metros hacía el mar, por la “Patrona” de los reclusos.
Nuestro guía Teófilo, revela que en la otrora isla-prisión Gorgona, a la cual se puede llegar desde el puerto de Buenaventura en el Valle del Cauca y los municipios de Guapi y Timbiquí en el departamento del Cauca, los médicos atendían a los reclusos prácticamente con las “uñas” y con lo que tenían a la mano, como alicates para extraer una muela coca. Los presos padecían de muchas enfermedades que les ocasionaban la muerte y en las épocas de lluvias proliferaban los hongos en manos y pies, entre otros.
Pero además de morir por una mala atención en salud, sostiene Teófilo, varios de los detenidos en la isla-prisión Gorgona, fueron asesinados por sus compañeros. Los homicidios eran la principal causa de muerte. En promedio un recluso era asesinado por año. A esto habría que sumarle que la penitenciaría registró un sobre cupo.
Siguiendo el recorrido, de lo que queda de uno de los tres patios con que contaba la isla-prisión Gorgona, llegamos al sitio en donde los reclusos lavaban lo poco que tenía, frente a largas mesas en donde consumían sus alimentos, ya carcomidas por el moho. Se observan seis lavaderos circulares, que tenían como característica, que los detenidos no le dieran la espalda a su compañero, para evitar ser asesinado.
Ahora llegamos junto al guía Teófilo, al sitio en donde aún se puede observar, donde los presos de la isla-gorgona hacían sus necesidades. No eran baños, sino un espacio en donde estaban ubicadas catorce letrinas, una frente a la otra, en donde en muchas ocasiones fueron asesinados varios de ellos.
Luego de pasar por un largo pasillo, llegamos a los dormitorios, que eran sus celdas en la isla-prisión Gorgona, en donde aún hay vestigios, pese a la abundante vegetación que ya los cubre. Aún están divididos por Alambre de Púa de esa época, se observan varios camarotes destruidos y armarios corroídos por el tiempo.
El guía Teófilo Solís Sinisterra ahora nos muestra las 22 celdas de aislamiento que aún se pueden observar y en donde se castigaban a los reclusos por diferentes faltas, porque los temidos “cilindros”, que eran unos huecos de 80 centímetros de ancho donde el preso era obligado a permanecer de pie durante días sin moverse, sumergido hasta el cuello en agua de lluvia mezclada con excrementos, fueron destruidos, una vez cerrada la isla-prisión, para evitar que el Estado fuera denunciado ante organismos de Derechos Humanos.
Para recorrer y conocer la historia de uno de los bloques que aún sigue en pie, de lo que fue la isla-prisión Gorgona, que presenta un desolador panorama de raíces gigantes y enredaderas que trepan por los muros devorados por la selva y la humedad y un silencio escalofriante, contamos con la guía de Teófilo Solís Sinisterra, funcionario del Parque Nacional Natural Gorgona.
Gorgona, que cuenta con un cerro de nombre Trinidad, con 338 metros sobre el nivel del mar, una temperatura promedio de 27 grados centígrados, una humedad relativa de 90 por ciento y en donde llueve los ocho meses del año, en la época de isla-prisión, los reclusos eran recibidos en el muelle, que medía unos 150 metros hacía el mar, por la “Patrona” de los reclusos.
Nuestro guía Teófilo, revela que en la otrora isla-prisión Gorgona, a la cual se puede llegar desde el puerto de Buenaventura en el Valle del Cauca y los municipios de Guapi y Timbiquí en el departamento del Cauca, los médicos atendían a los reclusos prácticamente con las “uñas” y con lo que tenían a la mano, como alicates para extraer una muela coca. Los presos padecían de muchas enfermedades que les ocasionaban la muerte y en las épocas de lluvias proliferaban los hongos en manos y pies, entre otros.
Pero además de morir por una mala atención en salud, sostiene Teófilo, varios de los detenidos en la isla-prisión Gorgona, fueron asesinados por sus compañeros. Los homicidios eran la principal causa de muerte. En promedio un recluso era asesinado por año. A esto habría que sumarle que la penitenciaría registró un sobre cupo.
Siguiendo el recorrido, de lo que queda de uno de los tres patios con que contaba la isla-prisión Gorgona, llegamos al sitio en donde los reclusos lavaban lo poco que tenía, frente a largas mesas en donde consumían sus alimentos, ya carcomidas por el moho. Se observan seis lavaderos circulares, que tenían como característica, que los detenidos no le dieran la espalda a su compañero, para evitar ser asesinado.
Ahora llegamos junto al guía Teófilo, al sitio en donde aún se puede observar, donde los presos de la isla-gorgona hacían sus necesidades. No eran baños, sino un espacio en donde estaban ubicadas catorce letrinas, una frente a la otra, en donde en muchas ocasiones fueron asesinados varios de ellos.
Luego de pasar por un largo pasillo, llegamos a los dormitorios, que eran sus celdas en la isla-prisión Gorgona, en donde aún hay vestigios, pese a la abundante vegetación que ya los cubre. Aún están divididos por Alambre de Púa de esa época, se observan varios camarotes destruidos y armarios corroídos por el tiempo.
El guía Teófilo Solís Sinisterra ahora nos muestra las 22 celdas de aislamiento que aún se pueden observar y en donde se castigaban a los reclusos por diferentes faltas, porque los temidos “cilindros”, que eran unos huecos de 80 centímetros de ancho donde el preso era obligado a permanecer de pie durante días sin moverse, sumergido hasta el cuello en agua de lluvia mezclada con excrementos, fueron destruidos, una vez cerrada la isla-prisión, para evitar que el Estado fuera denunciado ante organismos de Derechos Humanos.
Gorgona, cuyo primer nombre que tuvo la isla fue San Felipe, el 80 por ciento de los reclusos que albergo fue por homicidio, muchos de los cuales pagaron condenas de más de 12 años y eran vigilados por más de cien guardas.
Pero a pesar de ser una isla-prisión en medio del océano Pacífico, hubo muchos intentos y fugas. Según cuentan se presentaron trece, de las cuales diez fueron recapturados. El 24 de septiembre Día del Recluso, fue la fecha en donde más se fugaban los detenidos en balsas. Uno de ellos fue Eduardo Muñetón Tamayo, el “Papillón colombiano”, que se fugó en 1969 y fue recapturado tres años después.
Fue ya el 19 de julio de 1984 que el gobierno del entonces presidente Belisario Betancourt, expide una Resolución para clausurar la isla-prisión y convertirla en el Parque Nacional Natural, esto debido a que una mujer, Cecilia de Robledo, que vivió diez años en la isla-prisión, le expresó al mandatario su preocupación por que el 70 por ciento de Gorgona había sido deforestada, pues semanalmente se usaban diez toneladas de leña para cocinarle a más de mil personas. A esto se suma las denuncias que hicieron estudiantes universitarios y clubes de buceo que hacían prácticas en la isla sobre el daño ecológico gravísimo que se estaba presentando en la isla.
Tenían unos aserraderos manuales, alrededor de la isla para abastecer los talleres de ebanistería donde hacían camarotes, armarios y un muelle que tenía 150 metros que salía hacía el mar. Además, le metieron maquinaria para hacer un aeropuerto, pero les toco parar esa obra siendo prisión.
El 7 de agosto de 1985 salen los últimos reclusos con un apretón de manos por parte del mandatario, varios de los cuales le expresaron que no se querían ir, ya que querían seguir en la isla trabajando para obtener algo de dinero para sus cosas. Existían diferentes grupos de trabajo: de leña, pesca, marranera, siembra, aseo y jardín, todos fuera de la cárcel.
Y así termino este fascinante recorrido por Gorgona, que en febrero de este 2025, cumplió 65 años de su inauguración como isla-prisión en medio de un paraíso natural, que a hoy tiene más de 700 especies de flora, más de 168 especies de peces (de las cuales 70 son ornamentales), más de 180 especies de aves (de las cuales hay 14 residentes en la isla y el resto con aves migratorias que llegan de diferentes partes del mundo). Dentro de las 14 residentes hay cuatro marinas.
El Parque Nacional Natural Gorgona viven 4 especies de mamíferos terrestres, como el oso perezoso de tres dedos y el ratón del monte. Hay 14 especies de murciélagos y hay cerca de 56 especies de reptiles, de las cuales 18 son serpientes (14 son cazadoras) como el Boa constrictor y la Chonta.
Hay reportadas en la isla Gorgona cinco especies de tortugas marinas, así como cualquier cantidad de iguanas y lagartos.
Pero a pesar de ser una isla-prisión en medio del océano Pacífico, hubo muchos intentos y fugas. Según cuentan se presentaron trece, de las cuales diez fueron recapturados. El 24 de septiembre Día del Recluso, fue la fecha en donde más se fugaban los detenidos en balsas. Uno de ellos fue Eduardo Muñetón Tamayo, el “Papillón colombiano”, que se fugó en 1969 y fue recapturado tres años después.
Fue ya el 19 de julio de 1984 que el gobierno del entonces presidente Belisario Betancourt, expide una Resolución para clausurar la isla-prisión y convertirla en el Parque Nacional Natural, esto debido a que una mujer, Cecilia de Robledo, que vivió diez años en la isla-prisión, le expresó al mandatario su preocupación por que el 70 por ciento de Gorgona había sido deforestada, pues semanalmente se usaban diez toneladas de leña para cocinarle a más de mil personas. A esto se suma las denuncias que hicieron estudiantes universitarios y clubes de buceo que hacían prácticas en la isla sobre el daño ecológico gravísimo que se estaba presentando en la isla.
Tenían unos aserraderos manuales, alrededor de la isla para abastecer los talleres de ebanistería donde hacían camarotes, armarios y un muelle que tenía 150 metros que salía hacía el mar. Además, le metieron maquinaria para hacer un aeropuerto, pero les toco parar esa obra siendo prisión.
El 7 de agosto de 1985 salen los últimos reclusos con un apretón de manos por parte del mandatario, varios de los cuales le expresaron que no se querían ir, ya que querían seguir en la isla trabajando para obtener algo de dinero para sus cosas. Existían diferentes grupos de trabajo: de leña, pesca, marranera, siembra, aseo y jardín, todos fuera de la cárcel.
Y así termino este fascinante recorrido por Gorgona, que en febrero de este 2025, cumplió 65 años de su inauguración como isla-prisión en medio de un paraíso natural, que a hoy tiene más de 700 especies de flora, más de 168 especies de peces (de las cuales 70 son ornamentales), más de 180 especies de aves (de las cuales hay 14 residentes en la isla y el resto con aves migratorias que llegan de diferentes partes del mundo). Dentro de las 14 residentes hay cuatro marinas.
El Parque Nacional Natural Gorgona viven 4 especies de mamíferos terrestres, como el oso perezoso de tres dedos y el ratón del monte. Hay 14 especies de murciélagos y hay cerca de 56 especies de reptiles, de las cuales 18 son serpientes (14 son cazadoras) como el Boa constrictor y la Chonta.
Hay reportadas en la isla Gorgona cinco especies de tortugas marinas, así como cualquier cantidad de iguanas y lagartos.
Más sobre Gorgona
Corazón de Jesús, oriundo de Guapi, Cauca, que lleva 37 años como guardaparques en Gorgona, asegura que la isla en verano tiene 25 quebradas permanentes de agua dulce. En invierno pasan de 60 quebradas, riqueza hídrica que le permite contar con un acueducto que funciona con la ley de la gravedad y una micro central hidroeléctrica.
Sobre el origen de Gorgona hay muchas teorías, pero hay una más acertada, como asegura Corazón de Jesús.
“La primera que es de origen volcánico y que se encuentra al borde de las placas tectónicas oceánica de Nazca y la placa suramericana. En algún momento el volcán hizo erupción y salieron cantidades de lava, que, según geólogos, se convirtieron en komatiíta, que es una roca que se encuentra en todo el universo, pero las más jóvenes son las de la Isla Gorgona”.
Corazón de Jesús reveló que hace aproximadamente tres años, se encontró en Gorgonilla, se partículas grandes del Meteorito que cayó en Yucatán, México, que acabo con los dinosaurios en el planeta tierra.
Otra importancia de Gorgona, asegura Corazón de Jesús, es que tiene los arrecifes de coral, más desarrollados y diversos del Pacífico oriental tropical y los más grandes del Pacífico colombiano.
“Otra importancia es la visita de los mamíferos marinos, como las ballenas jorobadas, que llegan los primeros días de junio, hasta los primeros días de noviembre de cada año, en donde viene aparearse y a tener sus crías. El periodo de gestación es de un año aproximadamente”, señaló.
Sobre cómo fue descubierta, el guía Corazón de Jesús se remonta a 1527 cuando el español Francisco Pizarro renombró la isla como Gorgona, en nombre de la Medusa de la mitología griega.
“Diego Almagro se encontraba en Panamá y Francisco Pizarro en el Perú, a quién le pido el favor que le trajera unos soldados por que iba a pelear con el imperio Inca. Como está es ruta de navegación, se encontró con esta isla y la bautizo, inicialmente como San Felipe, y siguió su viaje al Perú en donde son derrotados, por lo que regresan a la isla con 170 soldados, de los cuales 87 mueren por mordedura de serpientes. De ahí le cambio el nombre por Gorgona por tanta culebra que había”, recuerda Corazón de Jesús.
Posteriormente Gorgona se la regalo Simón Bolívar a un sargento irlandés, de nombre Federico de Cross por haber peleado en la batalla libertadora y en la del Pantano de Vargas y otras, por lo que en agradecimiento le adjudico la Isla.
“Llega el señor con su familia, empieza a deforestar, a sembrar cultivos de coco y árboles frutales, pero había tanta selva en esa época que le pidió ayuda a una familia de apellido Payán de la ciudad de Popayán, Cauca. Es así como se ubican las dos familias: una en el norte y otra en el sur de la isla y siguen con los cultivos de coco y de árboles frutales. Cross entra en una crisis económica y le venden la isla a los Payan, quedado ellos como dueños absolutos de Gorgona. Posteriormente el gobierno de Rojas Pinilla le compra la isla a los Payán y construye la isla-prisión Gorgona”, reveló Corazón de Jesús.
Este fascinante recorrido por el Parque Nacional Natural Gorgona se logró gracias a Fontur, entidad que funge como brazo técnico ejecutor del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, durante un viaje de familiarización a Timbiquí, como parte del proyecto denominado “Estrategia de reconocimiento y visibilización del municipio de Timbiquí - Cauca a través de la Feria Saberes, Sabores y Sonidos 2025”.
(x) Juan Carlos Díaz Flórez
Sobre el autor
Periodista en Caracol Radio
Premios en Colombia: Premio Nacional de Periodismo Digital Xilópalo 2024. Premio de Periodismo “Gerardo Bedoya” gobernación Valle del Cauca 2024; ganador beca en Periodismo Narrativo, estímulos secretaría de Cultura Alcaldía de Cali 2024. Premios de periodismo “Alfonso Bonilla Aragón” de la Alcaldía de Cali en: 2015, 2011, 2010, 2009, 2006. Mención de Honor Premio Revista-Semana Petrobras 2009 y beca de la FNPI 2015.
Becas internacionales: BID, ICFJ y CIDH.
Corazón de Jesús, oriundo de Guapi, Cauca, que lleva 37 años como guardaparques en Gorgona, asegura que la isla en verano tiene 25 quebradas permanentes de agua dulce. En invierno pasan de 60 quebradas, riqueza hídrica que le permite contar con un acueducto que funciona con la ley de la gravedad y una micro central hidroeléctrica.
Sobre el origen de Gorgona hay muchas teorías, pero hay una más acertada, como asegura Corazón de Jesús.
“La primera que es de origen volcánico y que se encuentra al borde de las placas tectónicas oceánica de Nazca y la placa suramericana. En algún momento el volcán hizo erupción y salieron cantidades de lava, que, según geólogos, se convirtieron en komatiíta, que es una roca que se encuentra en todo el universo, pero las más jóvenes son las de la Isla Gorgona”.
Corazón de Jesús reveló que hace aproximadamente tres años, se encontró en Gorgonilla, se partículas grandes del Meteorito que cayó en Yucatán, México, que acabo con los dinosaurios en el planeta tierra.
Otra importancia de Gorgona, asegura Corazón de Jesús, es que tiene los arrecifes de coral, más desarrollados y diversos del Pacífico oriental tropical y los más grandes del Pacífico colombiano.
“Otra importancia es la visita de los mamíferos marinos, como las ballenas jorobadas, que llegan los primeros días de junio, hasta los primeros días de noviembre de cada año, en donde viene aparearse y a tener sus crías. El periodo de gestación es de un año aproximadamente”, señaló.
Sobre cómo fue descubierta, el guía Corazón de Jesús se remonta a 1527 cuando el español Francisco Pizarro renombró la isla como Gorgona, en nombre de la Medusa de la mitología griega.
“Diego Almagro se encontraba en Panamá y Francisco Pizarro en el Perú, a quién le pido el favor que le trajera unos soldados por que iba a pelear con el imperio Inca. Como está es ruta de navegación, se encontró con esta isla y la bautizo, inicialmente como San Felipe, y siguió su viaje al Perú en donde son derrotados, por lo que regresan a la isla con 170 soldados, de los cuales 87 mueren por mordedura de serpientes. De ahí le cambio el nombre por Gorgona por tanta culebra que había”, recuerda Corazón de Jesús.
Posteriormente Gorgona se la regalo Simón Bolívar a un sargento irlandés, de nombre Federico de Cross por haber peleado en la batalla libertadora y en la del Pantano de Vargas y otras, por lo que en agradecimiento le adjudico la Isla.
“Llega el señor con su familia, empieza a deforestar, a sembrar cultivos de coco y árboles frutales, pero había tanta selva en esa época que le pidió ayuda a una familia de apellido Payán de la ciudad de Popayán, Cauca. Es así como se ubican las dos familias: una en el norte y otra en el sur de la isla y siguen con los cultivos de coco y de árboles frutales. Cross entra en una crisis económica y le venden la isla a los Payan, quedado ellos como dueños absolutos de Gorgona. Posteriormente el gobierno de Rojas Pinilla le compra la isla a los Payán y construye la isla-prisión Gorgona”, reveló Corazón de Jesús.
Este fascinante recorrido por el Parque Nacional Natural Gorgona se logró gracias a Fontur, entidad que funge como brazo técnico ejecutor del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, durante un viaje de familiarización a Timbiquí, como parte del proyecto denominado “Estrategia de reconocimiento y visibilización del municipio de Timbiquí - Cauca a través de la Feria Saberes, Sabores y Sonidos 2025”.
(x) Juan Carlos Díaz Flórez
Sobre el autor
Periodista en Caracol Radio
Premios en Colombia: Premio Nacional de Periodismo Digital Xilópalo 2024. Premio de Periodismo “Gerardo Bedoya” gobernación Valle del Cauca 2024; ganador beca en Periodismo Narrativo, estímulos secretaría de Cultura Alcaldía de Cali 2024. Premios de periodismo “Alfonso Bonilla Aragón” de la Alcaldía de Cali en: 2015, 2011, 2010, 2009, 2006. Mención de Honor Premio Revista-Semana Petrobras 2009 y beca de la FNPI 2015.
Becas internacionales: BID, ICFJ y CIDH.